La Prensa
Por: Daniel R Pichel - Agosto 25, 2024
Antes de comenzar, cumplo con la norma de declarar potenciales conflictos de interés, que alguien pudiese interpretar que condicionarían lo que se dice u opina sobre algo. Dicho esto, dejo claro que conozco al Dr. Ivan Sierra desde hace 38 años, cuando comencé mi internado. De hecho, fue el primer jefe que tuve al llegar al hospital. Iván era residente de pediatría y roté con él justamente en neonatología. Me enseñó a examinar a un recién nacido y a evaluar parámetros vitales de quienes son probablemente los pacientes más frágiles que puedan encontrarse en un hospital. Los recién nacidos prematuros.
No puedo decir que Iván y yo seamos grandes amigos. Nos conocemos profesionalmente, trabajamos en el mismo hospital, y siempre nos hemos tratado cordialmente, como colegas que compartimos lugar de trabajo. Nuestras especialidades no tienen muchos pacientes comunes, por lo cual no son frecuentes que intercambiemos referencias de pacientes. Tengo que decir que la imagen que conocí como residente, y que he mantenido del Dr. Sierra en todos estos años, es la de una persona callada, respetuosa, estudiosa y muy responsable. Quienes trabajan de cerca con él, tienen un alto concepto de su capacidad profesional, y de la responsabilidad hacia sus pacientes, tanto privados como institucionales. Además puedo asegurar que, nunca, en todos estos años, he escuchado a nadie dar una opinión negativa de Iván como profesional.
Cuando ocurrió la muerte de trece recién nacidos en la sala de Intensivos de Neonatología del Complejo hospitalario de la CSS, Iván era el jefe del servicio. Inicialmente fue sobreseído, junto con los otros acusados. Pero ante una apelación por la fiscalía, el Dr. Sierra y la Lic Melia Mock fueron condenados a sesenta meses de prisión por el delito de “homicidio culposo” por la muerte de los pacientes. Según la definición legal, homicidio culposo se refiere a “cualquier muerte que se ha producido por medios ilícitos, ya sea causado por un acto intencional, imprudente o negligente de otra persona”.
Ante esta sentencia, los médicos hemos reaccionado como era de esperarse. Argumentos como que “el jefe de servicio debe saber todo lo que pasa en el servicio” es una absoluta aberración cuando uno sabe el nivel de detalles que se manejan constantemente en una unidad de Cuidados Intensivos, y más aún en una unidad de Cuidados Intensivos de neonatología donde, literalmente, los expedientes pesan el doble que los pacientes.
Pero el caso del fallecimiento de los neonatos no es tan simple como encontrar un culpable para decir que “se hizo justicia”. Y no es tampoco que los médicos defendemos a los demás médicos a cualquier costo. Quienes me conocen y han leído lo que he escrito desde hace mucho tiempo, tienen claro que he cuestionado muchas acciones de los médicos cuando ha sido el caso.
Lo otro llamativo es la forma como en las redes sociales muchos han hecho lo que mejor saben, cuestionar y atacar a la gente por la sencilla razón de cuestionarlos, muchas veces tras un cobarde anonimato. Se ataca a los médicos como grupo, cuando no se tiene la más remota idea de lo que implica la atención de enfermos graves.
Lo que debe quedar claro, es que los médicos no estudiamos el cerro de años que estudiamos para matar a nadie. Como humanos que somos, seguro cometemos errores, pero como parte de nuestra formación siempre está el hecho de que la prioridad es no hacer daño a nadie, y que nuestros errores pueden tener terribles consecuencias. Y créanme que en un médico responsable, lo que le pase a los pacientes no es algo que se ignora o se olvida fácilmente. Incluso, cuando hay un mal desenlace (propio de nuestro trabajo), frecuentemente seguimos pensando en “qué hubiese pasado si se hubiera tomado otra decisión”. Esas decisiones indolentes del Dr. House en la televisión, no son propias de los médicos reales.
Para comenzar, comentarios como “al morir el primer niño debieron suspenderse los tratamientos”, denota una ignorancia supina. Cuando se tiene un paciente que recibe alimentación parenteral, es porque su aparato digestivo no está en condiciones de recibir alimento. Si a eso se suma el detalle de que el paciente sea un bebé prematuro que posiblemente pese dos libras, está conectado a un respirador porque sus pulmones aún no tienen la madurez para respirar solo, y ese alimento se le administra a través de un catéter que tiene un diámetro de 1.6 milímetros, no debe ser muy difícil comprender que si se le suspende la alimentación, o el catéter se obstruye, el niño se puede morir. Y rápido…
La heparina que se supone causó las muertes, se usa y se ha usado por muchos años para evitar que esos catéteres tan delgados, se obstruyan. La causa de muerte de los niños, parece ser el “gasping syndrome” (o síndrome de jadeo en español) que se produce en niños prematuros intoxicados con alcohol bencílico. El alcohol bencílico es un preservante antimicrobiano que se suele utilizar en productos médicos de uso humano, como en perfumes, cosméticos, desodorantes, soluciones para “vaping”, pinturas y adhesivos.
Pero el tema de las soluciones de alimentación usadas cuando ocurrieron las muertes, no está completamente claro: 1) Hubo pacientes que recibieron la alimentación y no mostraron signos del síndrome de jadeo. 2) hubo niños que no la recibieron y también murieron de insuficiencia respiratoria, 3) Ni Farmacias y Drogas del Minsa, ni toxicología de la Universidad de Panamá, ni el CDC de Estados Unidos, pudieron demostrar que la heparina fuera la causa de la muerte de los niños. De hecho, si fuera que los niños recibieron “una sobredosis de heparina”, lo primero que hubiese ocurrido serían sangrados por efecto del anticoagulante.
Estos casos son muy complejos. Lo que podemos estar seguros es que no existe manera humana posible donde un jefe de servicio, pueda saber qué concentración de alcohol benzílico tiene una heparina que se usó para evitar que se obstruya un catéter de 1.6 milímetros de diámetro en cada uno de los niños prematuros que reciben alimentación en la sala. Condenar al jefe de servicio por esto, no solo no tiene sentido, sino que es un terrible precedente para quienes atendemos pacientes en unidades de alta complejidad. Y más aún cuando ese jefe de servicio, fue quien sospechó inicialmente la posible causa de las muertes.
A este paso, y dados estos antecedentes del caso del Dr. Iván Sierra, supongo que nadie aceptará en el futuro cargos de jefatura, pues se les puede responsabilizar por cosas que están claramente fuera de su control. La solución no se cual sea finalmente. Entiendo que desde el punto de vista procesal, ya se agotaron las instancias habituales. Pero si la idea es buscar culpables porque “alguien tiene que pagar”, sin tomar en cuenta lo que complejo de la atención de un paciente, ni la reputación de a quien se acusa, cada vez será más complicada la relación entre los médicos y los enfermos. Porque, ser jefe de servicio, no puede ser un delito…
Cardiólogo Clínico y Ecardiografista en Cardiólogos Asociados de Panamá y Hospital Paitilla. Profesor de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Director Fundador del Museo de la Libertad y los Derechos Humanos de Panamá. Es miembro del Movimiento Ciencia en Panamá y del Club Rotario Pacífico. Panelista invitado en programas de opinión de radio y televisión. Desde 1997 es columnista regular de la sección de Opinión del Diario La Prensa.
LEER MÁS
Había mucha expectativa por el debate entre Donald Trump y Kamala Harris. Después de la salida de Joe Biden de la
...Esta semana, la comunidad médica latinoamericana se vio conmovida por la noticia de que una doctora, residente de primer año de
...Negar que lo que ocurre en Estados Unidos nos afecta a todos, principalmente de este lado del mundo, es o bien absurdo, o bien un acto
...Esta semana, se cumplió el plazo que se estableció la OMS para lograr un acuerdo global para pandemias, que permita estar
...Afortunadamente ya falta solo una semana para las elecciones. Uno no ve el momento de que desaparezcan de nuestro día a día
...Faltan cinco semanas, para que sea día cinco del mes cinco. Aunque no es un problema matemático para algún...