ARTÍCULOS DE PRENSA

Tiempos de Guerra

La Prensa

Por: Daniel R Pichel - Marzo 23, 2025

Esta semana, la lumbrera que gobierna Estados Unidos reactivó la "Ley de enemigos extranjeros" que data del Siglo XVIII (1798 para ser exactos),  y  que le permite al presidente deportar a personas con ciudadanía de países contra quienes estén en guerra.  Históricamente, esa ley solo fue utilizada en 1812, y durante las dos guerras mundiales.  Cuando le preguntaron a Trump cómo invocaba una ley con más de doscientos años de existir para deportar, lo que respondió fue que "estamos en tiempos de guerra".

 

A pesar que nada de lo que pueda decir Trump debe ser tomado como cierto, en este caso hay que reconocer que tiene algo de razón.  Posiblemente no porque entienda lo que están causando sus desvaríos y su insaciable sed de venganza, sino por lo que se percibe no solo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo, donde cada día que pasa es mayor la incredulidad de la sociedad ante lo que se ve en el horizonte.

 

Internamente, Trump y su pandilla de enagenados mentales parece han decidido montar una guerra sin cuartel contra esa cosa tan incómoda que se conoce como democracia.  Aquello que siempre caracterizó a Estados Unidos ante el resto del mundo, como ejemplo de respeto a la institucionalidad, está saltando por los aires con cada decreto presidencial que se le ocurre firmar al Pithecantropus naranjus.

 

Esta semana, deportó a un grupo de venezolanos que él decidió identificar como parte de "El tren de Aragua", sin que mediara acusación o proceso penal alguno, con destino a El Salvador, para que Bukele se los guarde en alguna de sus cárceles último modelo, donde despliega orgullosamente los más avanzados métodos para violar derechos humanos.  A raíz de esto, el juez federal James Boasberg, en Washington D.C., dio la orden de suspender la deportación y devolver los aviones a Estados Unidos por no haber cumplido las normas legales.  Pues Trump y la trumpada, haciendo caso omiso de la orden judicial, no solo no regresaron los aviones con la ridícula excusa que estaban en espacio aereo internacional donde el juez no tiene jurisdicción, sino que encima mandaron un tercer avión después que Boasberg se pronunciara.  Esto, es una contraposición absoluta el sistema de pesos y contrapesos en que debe basarse un sistema democrático funcional, donde la separación absoluta de los tres poderes del estado, garantiza que ninguno de los tres abuse de sus funciones.  Basado en el semejante desprecio a las normas, que esta medida implica, el medio digital "The Intellectualist" calificó al 15 de marzo de 2025 como "el sábado negro" o "el día que la democracia dejó de funcionar".   Unos días después, el búfalo que Trump nombró como "Zar de la frontera", dijo en Fox News que a ellos no le importaba lo que dijera ningún juez y que deportarían a quien ellos decidieran debe deportarse.   Como ejemplo, esta semana arrestaron a un residente legal de Estados Unidos, quien participó en manifestaciones a favor de Palestina en la universidad de Columbia.  Al margen de quien tenga o no la razón, no puede permitirse que en un sistema democrático, se violen los más elementales derechos humanos al no garantizarle un juicio justo y con derecho a defenderse.  Esa medida, si bien puede parecer poco importante, sienta un precedente muy peligroso para cualquier habitante de los Estados Unidos.

 

La otra guerra frontal del gobierno "Magazofrénizo" de Trump es contra la ciencia y la educación.   Al nombrar a Robert Kennedy Jr. como Secretario de Salud, ya demuestra el desprecio hacia cualquier forma de  evidencia científica.  Además, ha quitado de un plumazo apoyos federales a las escuelas y universidades con programas de inclusión, diversidad e igualdad.  Encima, ha firmado un decreto presidencial, donde desmantela el Departamento de Educación (debe ser por lo bien que sale Estados Unidos en las pruebas de calidad educativa).  Según la ley, el departamento de educación se creó por una decisión del Congreso, y es solo el Congreso quien podría disolverlo con una mayoría calificada de dos tercios.  Pero eso, parece que no le preocupa a Trump, quien insiste que "el departamento de educación no sirve para nada".  La verdad, viéndolo a él uno pudiese llegar a considerarlo.

 

Pero eso de "Los tiempos de guerra" tiene otras aristas.  Al percibir la Unión Europea que Estados Unidos se siente más identificado con las ideas imperiales de Putin, que con los valores democráticos occidentales tradicionales,  los países europeos han decidido tomar medidas para rearmar sus ejércitos y prepararse para un eventual intento de Putin de expandirse por el continente.  Trump, en su ignorancia supina, piensa que tener un océano de por medio lo blinda contra una guerra.  Pero Europa tomo la amenaza mucho más en serio.  Si bien el poderío militar de Rusia y Estados Unidos es muy superior, no olvidemos que Inglaterra y Francia cuentan con 515 armas nucleares, que tienen capacidad para acabar con la humanidad varias veces.  Mientras, Ukrania, ha tenido que ceder ante la extorsión de Trump cediéndole control sobre parte de sus recursos naturales, con tal de seguir recibiendo la ayuda militar que tanto necesita.

 

Netanyahu en Israel le dio una patada al "alto al fuego", en su necesidad para mantener la guerra y evitar ir preso por corrupto.  Trump, quien hoy mandó bombardear a los Huties en Yemen, se ha puesto completamente del lado de Netanyahu, echando por tierra la posibilidad de encontrar rutas de diálogo.  Seguir usando el argumento de los rehenes para matar palestinos de 400 en 400, no hace mucho a favor de la causa israelí.

 

A mi modo de ver, lo peor de todo esto son los muchos parecidos que esta situación está teniendo con lo que ocurrió en Alemania a principios de la década de 1930, cuando un narcisista megalómano, con evidente inestabilidad mental, se montó en un discurso de odio, centrado en un nacionalismo extremo, mientras desmantelaba cualquier estructura que pudiese representar un reto a sus ideas expansionistas.   Después, comenzó a perseguir a quienes consideraba "diferentes" e "inferiores", empezando por los gitanos, los homosexuales, los comunistas, las personas con discapacidad y los judíos, propiciando los abusos más grandes que se han dado contra la humanidad en el último siglo.  Si a eso, le sumamos las claras similitudes con el ambiente propiciado por el movimiento MAGA, enfocado claramente en un concepto de supremacía blanca, y que tan bien describe Rachel Maddow en su libro "Prequel",  lo de los "Tiempos de Guerra" adquiere más relevancia de lo que parece...