ARTÍCULOS DE PRENSA

Ganchos, planchas, por que si y por que no

La Prensa

Por: Daniel R. Pichel - Abril 28, 2024

Afortunadamente ya falta solo una semana para las elecciones.  Uno no ve el momento de que desaparezcan de nuestro día a día las promesas infinitas de cómo resolverán todos los problemas que agobian a la sociedad panameña, con medidas heroicas que no sabemos como van a poder implementarse.  En fin, a estas alturas del proceso electoral, lo único importante es conseguir votos como sea.  Cumplir o no cumplir, ya se verá después si se gana.

 

Como cada cinco años, se escogerán un montón de cargos con mayor o menor repercusión en lo que ocurra en nuestro entorno.  Aunque la mayor atención se concentra en la elección de presidente, puede que no deba esa ser nuestra prioridad.  De acuerdo con lo vivido durante este último quinquenio, estoy convencido que lo más importante que tenemos que lograr, es desmontar el cártel que se ha instalado en el Palacio Legislativo.  Una impresentable pandilla de facinerosos que, amparados en la repugnante inmunidad parlamentaria, cometen todo tipo de fechorías contra los panameños sin mostrar el más mínimo reparo en ni siquiera disimularlas. Así, modifican y proponen leyes para obtener beneficios políticos y económicos, por más que se les puedan cuestionar.  A fin de cuentas, como ellos modifican las reglas del juego a su antojo, consideran que todos tenemos que aguantarnos sus maleanterías.

 

Hace cinco años, aquello de “No a la reelección” logro deshacerse de bastantes de esos malhechores, aunque algunos pudieron colarse entre los medios cocientes y los residuos, diseñados para favorecerlos a ellos directamente.  Basado en las reglas vigentes en esta vuelta, hay una sola forma de lograr que se depure la asamblea. Lo único que tenemos a nuestro alcance, es votar “en plancha” por las listas de la Coalición Vamos o del Movimiento Otro Camino.  Hasta donde he visto, en esos dos grupos, no hay candidatos de los que ya han sido diputados, lo que garantizaría la renovación de los actuales (y anteriores) responsables del despelote que vemos día tras día en la Asamblea.

 

Lograr una nueva generación de diputados, con la mayor cantidad posible de independientes, puede favorecer que se corrijan vicios legales evidentes, que requieren la voluntad y el compromiso con la transparencia y la justicia, de la que actualmente se carece.  Durante este quinquenio, hemos sido testigos de como dos diputados independientes, Juan Diego Vásquez y Gabriel Silva, se han convertido en faros de luz en medio de la oscuridad que reina en la Asamblea.  Se han dedicado a denunciar irregularidades, pedir rendición de cuentas y proponer leyes, que evidentemente no han logrado sacar adelante por no contar con suficiente apoyo.  Sin embargo, han dejado claro que esas ideas, si llegan a contar con los votos requeridos, pudieran mejorar muchas cosas, comenzando por la legislación electoral que tanto se cuestiona.

 

En cuanto a los candidatos a presidente, a estas alturas la mayoría ya tenemos tomada una decisión.  Lo que parece un hecho, es que quien gane, seguramente tendrá un treinta por ciento de apoyo a lo sumo, lo que lo coloca en una posición muy débil de respaldo popular como para implementar cambios profundos.  

 

A mi modo de ver, de acuerdo a las encuestas publicadas y a la percepción general (entendiendo que esto puede estar sesgado por el entorno de cada quien), parece que los candidatos con opción real son José Raúl Mulino, Ricardo Lombana y Martín Torrijos.  La candidatura de Rómulo Roux parece haberse desinflado en las últimas semanas, y Gaby Carrizo no creo que logre apoyo ni de su partido.  Por último, las candidaturas independientes de Maribel Gordon, Melitón Arrocha y Zulay Rodríguez no marcan números como para considerar que tienen opción alguna al triunfo.

 

Mulino, ha hecho una campaña rara.  Pocas apariciones públicas, negativa a debatir con nadie, y propuestas tan serias como “poner Chen Chen en el bolsillo” o “ayudar a su amigo Martinelli”, no explican los números que marca en las encuestas.  Su estilo arrogante de sietemachos de mano dura, si bien encaja en ese tipo de político fuerte que está de moda en el mundo, no proyecta capacidad como para gobernar.  Algunas de sus apariciones públicas sugieren un carisma natural más o menos similar al de un paramecio.  Sin embargo, en la mayoría de las encuestas marca de primero, sin llegar al 30% de los votos, lo cual parece estar bajando en las últimas semanas.

 

Ricardo Lombana sigue aferrado a su discurso anti sistema.  Ha hecho de la crítica a la corrupción su principal argumento de campaña, apuntando al voto con disgusto.  Aunque últimamente no se ha notado muy articulado a la hora de hablar de la agenda 2030 (equiparándola al matrimonio igualitario) y a la propuesta de paneles solares y recibos de cinco dólares de luz mensuales, que parece no estar clara del todo.  Es el líder en la mayoría de los simulacros de votación que se publican en las redes sociales, lo cual, sin tener la validez científica de una encuesta, puede dar una idea de quien cuenta con el apoyo.  Todo indica que marca bien entre los jóvenes y en áreas urbanas, aunque su arraigo en áreas rurales es una incógnita.

 

Martín Torrijos, quien lograra en 2004 el apoyo de la juventud con el “Team Martín” ha hecho esta vez una campaña que parece orientada a los mismos que votaron por él hace 20 años.  Una campaña sin energía, casi aburrida y que en general proyecta muy poco entusiasmo.  Ha presentado buenas ideas, especialmente en el tema logístico, como un elemento básico de desarrollo alrededor del Canal.  Pienso que da por descontado que conseguirá muchos votos PRD, de quienes han salido huyendo a la candidatura de Gaby Carrizo.  Aunque en las encuestas está técnicamente empatado con Lombana, en la gran mayoría de los simulacros marca más bajo.

 

Por suerte, ya solo faltan siete días.  Salgamos todos a votar, y tratemos de cambiar el estatus quo.  Apoyemos a Vamos y a Otro Camino para renovar la Asamblea, y tratemos de escoger un presidente que pueda (y quiera) cambiar las cosas.  Tenemos el futuro en nuestras manos… Votemos con responsabilidad…