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Dr. Daniel R. Pichel P. - Artículos de Prensa - Guarden un poco

ARTÍCULOS DE PRENSA

Guarden un poco

La Prensa

Por: Daniel R Pichel - Octubre 29, 2023

Hacía tiempo que Panamá no estaba tan agitado.  A raíz de la aprobación del contrato ley con Minera Panamá, la población ha decidido finalmente salir de las redes a protestar contra la decisión del gobierno de entregar el mango de la sartén a la minera y dejarnos a todos bailando en el aceite.


La veta de cobre que se ha dado en concesión a Minera Panamá es una de las más grandes del mundo, lo cual debía generarnos un excelente argumento para negociar y obtener los máximo beneficios posibles de cualquier intervención en esa área.  Pero no…

 

La relación de Panamá con la minería es una historia de problemas.  Cuando se firmó el primer contrato en 1997, se presentó un recurso de inconstitucionalidad.  La Corte Suprema demoró la friolera de veinte años para declarar inconstitucional el contrato.  Como si eso fuera poco, demoró otros cuatro años en publicar el fallo.  De este modo, "ya había demasiado invertido para detener los trabajos".  Se negocia entonces un nuevo contrato, en lugar de someter a licitación y se negocia directamente con First Quantum/Minera Panamá.  

 

El resultado fue un contrato que no agradó a la gente y que tuvieron que retirar.  En un período irrisoriamente corto, y sin una discusión amplia con participación de todos, se corrigió el contrato y se aprobó en menos de tres días.  Al margen del contenido, muchos panameños nos sentimos burlados por la manera tan expedita como se aprobó, ratificó y publicó en gaceta oficial.  

 

Y allí comenzó el enredo.  La población parece haber decidido que esta gota derramó el vaso.  Por más que el gobierno ha tratado de vendernos los beneficios del contrato y la minería, los panameños se han involucrado en las protestas como yo no recuerdo desde 1987 cuando se decidió que ya bastaba de los abusos de la dictadura.

 

Pero las protestas de esta última semana, tienen características diferentes a las habituales de los mismos revoltosos de toda la vida.  Para comenzar, no tienen un liderazgo concreto.  Lucen como movimientos orgánicos, producto del hartazgo popular.  La participación de los jóvenes es mucho más evidente que en protestas anteriores, las marchas y concentraciones se dan simultáneamente en muchas partes del país, se está protestando en horas fuera del horario laboral (entiéndase en las horas de descanso de la gente), en domingo, bajo la lluvia y siempre con un tono casi festivo, lo que implica una convicción real de parte de quienes están protestando.   

 

Incluso, las noticias de la confirmación de la condena a un ex-presidente, y la exclusión de Panamá de la lista gris del GAFI, no han generado ningún cambio en el rechazo al contrato y al gobierno. 
 

También sorprende el sospechoso silencio de los candidatos presidenciales con excepción de Maribel Gordón y Ricardo Lombana.  Los demás, han sido muy tibios con la minera.  No se si sea por conflictos de interés o simplemente porque la minera pudiese ser buena donante de campaña.  

 

Mientras, la solución que buscan es un decreto (que se deroga en cinco minutos), prohibiendo futuras explotaciones mineras.  Sería bueno que alguien les explique que el disgusto es por el presente de la minería en operación.  Tanto por el daño ambiental, como por las condiciones desventajosas para el país en un contrato prorrogable casi que "a perpetuidad" o hasta que no quede un gramo de cobre en la mina.

 

Lo que si no parece haber variado, son las estrategias de siempre para desvirtuar las protestas.  Al mejor estilo de Codepadis ochenteros, marchas ordenadas, donde la gente camina con banderas y pancartas, son alcanzadas por encapuchados con no buenas intenciones, que sospechosamente pasan los retenes policiales y que comienzan a agredir, lanzar piedras y vandalizar a su paso, dando oportunidad para que los siempre diligentes policías antimotines repriman con gases lacrimógenos (en esta ocasión vencidos hace seis años) y perdigones a gente que actuaba pacíficamente.  Entonces, como a esos individuos pacíficos, les corre sangre y no horchata por las venas, comienzan a devolver las pedradas, montar barricadas, incendiar basura y quemar llantas... y así todo se va a la porra.  Pero en fin, como dice el dicho, "El PRD, aunque se vista de seda, gorila se queda..."

 

Pero lo que parece no entender el gobierno (que tampoco es que esté plagado de lumbreras), es que la mina es el detonante de una acumulación de frustraciones que comenzaron cuando algún delincuente decidió comprar ventiladores a nueve veces su precio en el mercado.  De allí, sigue una lista de escándalos durante los cuatro años y medio que llevan en el poder.  Las violaciones de niños bajo el cuidado del Seniaff, el desvío de fondos de la descentralización para clientelismo, el cambio acelerado de las reglas electorales para favorecer a los partidos y ganar más y más curules con la trampa del residuo, diputados acusados de todo tipo de crímenes sin que les pase absolutamente nada, contratos vinculados a figuras políticas de muy dudosa reputación, intentos para derogar la ley de transparencia, ayudas económicas del IFARHU a los parientes de políticos, el endeudamiento más bárbaro de toda nuestra historia, la CSS sin medicinas y la alcancía de las jubilaciones a punto de vaciarse.  Eso, mientras se incremente salvajemente el presupuesto de la Asamblea, a expensas del Oncológico, Senacyt, la Facultad de Medicina y el Instituto Gorgas.

 

Entiendan que lo que estamos viviendo en estos momentos, es un cúmulo de indignación que ha hecho crisis.  Lo único que yo pido, es que no nos gastemos toda la indignación ahora y guardemos un poco para el cinco de mayo.  Ese será el momento donde tendremos la oportunidad de votar para deshacernos de este montón alimañas.  A ver si no vuelven nunca más, y se nos cumple el deseo de ver a muchos de ellos en la cárcel.

Dr. Daniel R. Pichel P.

Acerca del Dr. Daniel R. Pichel P.

Cardiólogo Clínico y Ecardiografista en Cardiólogos Asociados de Panamá y Hospital Paitilla. Profesor de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Director Fundador del Museo de la Libertad y los Derechos Humanos de Panamá. Es miembro del Movimiento Ciencia en Panamá y del Club Rotario Pacífico. Panelista invitado en programas de opinión de radio y televisión. Desde 1997 es columnista regular de la sección de Opinión del Diario La Prensa.

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